Baton Rouge, Luisiana: Una ciudad encantadora con gran gastronomía

Estoy sentado en la plaza de la ciudad en una hermosa mañana de mayo en Luisiana, con cielos azules y una temperatura de alrededor de 25 grados celsius. Es un área verde enorme con sitio permanente para conciertos al aire libre, mesas de juego y fuentes de agua para que los niños disfruten en el calor del verano. Pienso en el lugar donde comí el día anterior, llamado City Pork Brasserie and Bar, y me gustaría que hubiera más lugares así en casa.

City Pork tiene el chef y el personal más amable que he visto y la comida era asombrosa. Junto con mi acompañante probamos un poco de todo, las alitas de pollo, un reuben, un sándwich de cerdo y un sándwich de barbacoa, entre otras cosas. Otras opciones incluían conejo, pato e hígado. El lugar estaba lleno; no éramos los únicos que disfrutaban la comida y el ambiente excelentes.

Al día siguiente, me dirigí a recorrido gastronómico All About Baton Rouge Food Tour de Red Stick Adventures, que me llevó a cinco restaurantes únicos en Baton Rouge. Después me sentí tan pleno y contento. ¡Debes hacer este recorrido gastronómico!

Lo genial sobre este tour, más allá de la asombrosa comida, era la conversación sobre la historia y la cultura. La guía turística ofrecía información interesante sobre la ciudad mientras caminábamos y los otros participantes también eran interesantes. De hecho, lo pasé tan bien con todos que fui a tomar algo después con la guía turística y su amiga, una increíble artista de tatuajes local. Lo pasé muy bien.

También hice un recorrido por la empresa Tin Roof Brewing Company para probar sus cervezas locales. Otra vez me encontré con un equipo, administrador y maestro cervecero muy amables, ¡y las cervezas eran fenomenales! Fue difícil escoger una favorita, pero si me dieran a elegir, elegiría la cerveza ámbar. Incluso tenían una que sabía parecido al tocino: un poco extraño, pero sabrosa.

Era difícil creer que otra vez iba a comer, pero antes, durante la tarde, tomé un descanso y una siesta en el hotel. En la noche, me dirigí a un punto de encuentro local llamado Jolie Pearl Oyster Bar, donde hay más de 50 tipos de ostras de todo el mundo. Había ostras asadas, a la parrilla o crudas. Elegí una opción con diferentes coberturas. Nunca había disfrutado tanto las ostras como en esta oportunidad. Estaban tan buenas que pedí más y me terminé quedando mucho más tiempo del planificado.

Puede que haya subido un poquito de peso en Baton Rouge, pero esas calorías extras lo valieron. La ciudad, evidentemente, ofrece mucho más que excelente comida y sin duda volveré para hacer recorridos fantasmas, por pantanos, ir comprar y ver los museos.