Memphis tiene Excelente Música y Cocina

La cocina de Memphis es conocida por sus más de 100 restaurantes de comida BBQ. Una parada obligatoria fue el renombrado restaurante Charlie Vergos’ Rendezvous, favorito por sus suculentas costillitas. Pero la ciudad también es una floreciente escena de la “Nouvelle Cuisine” así que el restaurante Iris en la Plaza Overton fue un buen ejemplo, en donde el multipremiado chef Kelly English nos sorprendió con unos tomates verdes fritos (mis favoritos), fois gras, falafel y cordero.

El centro es muy accesible para moverse caminando, en bicicleta, en iluminadas carrozas tiradas por caballos o bien, en el trolley  de la calle Main. 

Es fácil llegar a importantes museos, destaca el Museo Nacional de los Derechos Civiles. Todavía con la fachada de lo que fuera el famoso Motel Lorraine, donde fue asesinado Martin Luther King. Hoy el museo rinde homenaje a su legado así como a otros importantes movimientos internacionales para defender la igualdad.

Cruzando la calle es parada cada hora de los microbuses turísticos que forman parte de un recorrido gratuito por importantes puntos de interés en la ciudad. Inicia en el Museo de Memphis de música Rock ’n' Soul, un pequeño pero interesante edificio que me educó con la historia del inicio de éstos dos géneros musicales.

A unos 20 minutos fuera del centro, el microbús me llevó a Graceland; la casa del Rey del Rock. Siempre me ha gustado Elvis Presley pero visitar su casa y conocer cómo vivía y vestía, sus trofeos, su colección de autos, avión e incluso ver su tumba, incrementó mi admiración.

Después el microbús que me llevó al Sun Studio donde se grabaron éxitos de Johnny Cash y el primer demo musical de Elvis. Tampoco se pueden perder el Stax Museum of American Soul.

Hay otro tipo de recorridos en Memphis, como por ejemplo las excursiones en barco por el río Misisipi permitiendo admirar la ciudad desde el agua. 

Una de las atracciones más populares en Memphis es la curiosa marcha de los patos del hotel Peabody. Por la mañana y una vez al día, estos amiguitos emplumados bajan desde su palacio localizado en la azotea del hotel hasta el vestíbulo, y al abrir el elevador, una alfombra roja los encamina hasta la fuente frente a la recepción del hotel. ¡Todo un espectáculo!

Honestamente lo único que no me gustó de mi visita a Memphis fue lo corto de mi viaje. Me dejó con el deseo de regresar a explorar aún más.