Niagara Falls: Una escapada natural de la ciudad de Nueva York

Niagara Falls se compone de tres enormes cataratas que se extienden por la frontera entre Estados Unidos y Canadá, entre Ontario, Canadá, y el estado de Nueva York. Estas son: Horseshoe Falls (de casi 51 metros de alto), American Falls (53,6 metros de alto) y Bridal Veil Falls (53,6 metros de alto). Por cada segundo que pasa, 3160 toneladas de agua fluyen por las Niagara Falls, lo que produce más de cuatro millones de kilowatts de electricidad compartida entre Estados Unidos y Canadá.

Para preservar su maravilla natural, el Niagara Falls State Park (Parque Estatal Niagara Falls) se estableció en 1885, convirtiéndolo en el parque estatal más antiguo de Estados Unidos. El parque dispone de caminos y miradores, pero una de las mejores maneras de experimentar verdaderamente el estruendo y el rocío del agua es paseando a bordo del Maid of the Mist, un servicio de barcos que opera desde 1846. El "Maid of the Mist" navega tan cerca de las cataratas que los pasajeros deben utilizar capas de agua durante el paseo para no quedar empapados. Prepárate para mojarte y sorprenderte.

Te sorprenderás aún más durante el invierno —el paisaje congelado puede ser precioso— y en la oscuridad. Cada noche, durante todo el año, las cataratas son iluminadas por un caleidoscopio de colores. Puedes ver los fuegos artificiales sobre las cataratas en temporada de verano y en días festivos específicos, incluidos el Día de la independencia de Estados Unidos (4 de julio) y el Día de Canadá (1 de julio).

Después de los recorridos en bote y secarse, descubre el resto de las Niagara Falls. La zona alberga un sinnúmero de hoteles, restaurantes, tiendas y, a poca distancia, bodegas de vino. Comienza en Old Falls Street, un camino de tres cuadras empedrado que conecta la entrada del Niagara Falls State Park con el centro de convenciones. En la calle se encuentran juegos familiares de tamaño real, como tableros de ajedrez gigantes, música en vivo, películas al aire libre, alquileres de bicicletas, vendedores de comida y manualidades, y festivales callejeros.

Almuerza o cena en el Niagara Falls Culinary Institute, o prueba otras opciones, como por ejemplo: Savor, un restaurante de exquisita gastronomía administrado por estudiantes; La Patisserie, una cafetería de estilo europeo que se especializa en repostería; y Old Falls Street Deli, un gran lugar para disfrutar de sándwiches al estilo de Nueva York y platos a pedido que usualmente incluyen pastrami, carne encurtida o salame. Si quieres un trago, Wine on Third ofrece unos Martini únicos, con sabores como cheesecake, pepino y especias de calabaza.

En la región de las Niagara Falls se cultivan uvas para Rieslings, Pinot Gris y otros vinos. Justo a las afueras del centro de Niagara Falls comienza la Niagara Wine Trail (Ruta del Vino de Niágara), que abarca tres condados hacia el este, hacia Rochester, Nueva York. Hay disponibles recorridos en limusina y recorridos guiados en bus, pero la mayoría de los turistas prefieren elegir algunas bodegas y las visitan en vehículo. El clima fresco de la región la transforma en el lugar idóneo para el cultivo de las uvas utilizadas en Rieslings, Chardonnays y Pinot Gris.

Después de un día de pasear, comer y beber, probablemente estés cansado y quieras descansar. En Niagara Falls hay diversas opciones para hospedarse, desde cadenas de hoteles económicos, hostales con desayuno incluido, hasta complejos con casino. Varios hoteles ofrecen excelentes vistas, incluido el Niagara Riverside Resort en Buffalo Avenue, donde los huéspedes pueden cenar mientras observan las increíbles cataratas.